La noche de la abducción

3ª Historia

Galán Vázquez
5 min read1 day ago

Cierto día, hace ya algunos años, recibí una carta junto con el informe forense de una autopsia y una grabación en una cinta cassette. La carta era de una mujer angustiada y dolida por la pérdida de un hijo. En la carta, la mujer me exponía que encontró esa grabación entre algunos recuerdos infantiles de su hijo.

Su hijo de 23 años, hacía dos años que se había suicidado, tras estar un año y medio en tratamiento psiquiátrico. Al no presentar síntomas severos en su estado de ansiedad, no fue diagnosticado como un caso de internamiento en un centro especializado en psiquiatría. La angustiada señora me indicaba que era conocedora de algunas de mis investigaciones sobre temas ufológicos por la emisora local de su ciudad, entre otras cosas, de carácter mas privado.

Me hacía notar que su hijo era alegre y deportista, y que una de sus aficiones era el senderismo por los entornos de la montaña de Montserrat. Pero que jamás era dado a fantasías de ningún tipo, aunque sí había oído algunos relatos extraños sobre el entorno de la citada montaña catalana.

El contenido de la cinta dice así:

Nunca pensé que algo así me podría pasar a mí. Era una noche tranquila, como cualquier otra. Me había acostado temprano, cansado después de un largo día de estudios, preparando los exámenes.

El sueño me envolvió rápidamente, pero lo que sucedió después fue algo que jamás podré olvidar. Me desperté de repente, sin razón aparente. La habitación estaba sumida en una oscuridad total, pero había algo extraño en el aire, una sensación de inquietud que no podía explicar.

Una sensación de inquietud que no podía explicar.

Intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía. Estaba completamente paralizado, atrapado en mi propia cama. De repente, una luz cegadora llenó la habitación.

Era tan brillante que tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí de nuevo, vi tres figuras altas y delgadas de pie al pie de mi cama. No eran humanos.

Sus cuerpos eran esbeltos y alargados, con piel grisácea y ojos enormes y negros, que parecían absorber toda la luz. No tenían nariz, solo dos pequeños orificios, y sus bocas eran finas líneas que apenas se movían. Intenté gritar, pero ningún sonido salió de mi garganta.

Sentí cómo me levantaban de la cama, flotando en el aire, y me llevaban hacia la luz. Todo a mi alrededor se desvaneció, y, cuando volví a abrir los ojos, estaba en una sala metálica y fría. Las paredes eran lisas y brillantes, y había una mesa en el centro de la habitación.

La estancia era un lugar aterrador. Las paredes metálicas reflejaban la luz de manera extraña, creando sombras que parecían moverse por sí solas. El aire estaba cargado de un olor químico, una mezcla de ozono, y algo que no podía identificar.

Había una serie de instrumentos extraños dispuestos en mesas alrededor de la sala, cada uno más inquietante que el anterior. Algunos parecían herramientas quirúrgicas, mientras que otros eran dispositivos que nunca había visto antes, con extrañas luces parpadeantes y pantallas que mostraban símbolos incomprensibles. Me colocaron sobre la mesa, y, aunque no podía moverme, podía sentir todo lo que me hacían.

Uno de los seres se acercó con un instrumento extraño, una especie de sonda con luces parpadeantes. Sentí un dolor agudo cuando la sonda penetró mi piel. Era como si estuvieran explorando cada rincón de mi cuerpo, cada célula, cada nervio.

El dolor era insoportable, pero lo peor era la sensación de invasión, de ser tratado como un simple objeto de estudio. Los seres no mostraban ninguna emoción. Sus ojos negros eran fríos e implacables.

Sus ojos negros eran fríos e implacables.

No había compasión en ellos. Solo una curiosidad científica que me aterrorizaba. La morfología de los seres era perturbadora.

Sus cuerpos eran delgados y alargados, con extremidades que parecían demasiado largas para sus torsos. Sus manos tenían tres dedos largos y delgados, que se movían con una precisión inquietante. La piel grisácea parecía casi translúcida, dejando entrever una red de venas oscuras debajo.

Sus ojos eran lo más aterrador de todo. Enormes y negros, sin pupilas ni iris, como dos pozos sin fondo que parecían absorber toda la luz y la esperanza. Después de lo que parecieron horas de tortura, me dejaron en la misma sala, solo y temblando.

No sé cuánto tiempo pasó antes de que la luz volviera a envolverme y me encontrara de nuevo en mi cama. La parálisis había desaparecido, pero el miedo seguía ahí, latente en cada fibra de mi ser. Desde aquella noche, nada ha vuelto a ser igual.

Tengo pesadillas constantes, reviviendo una y otra vez esos momentos de terror. Mi cuerpo nunca se recuperó del todo. Tengo cicatrices que no puedo explicar y dolores que los médicos no pueden diagnosticar.

Los exámenes médicos revelaron anomalías inexplicables, pequeñas cicatrices en la piel, como si hubieran sido hechas con láser, y niveles anormales de ciertas enzimas en mi sangre. Los médicos estaban desconcertados, incapaces de encontrar una explicación lógica para mis síntomas. Pero lo peor son las secuelas psicológicas.

Era como si estuvieran explorando cada rincón de mi cuerpo, cada célula, cada nervio.

No puedo estar solo en la oscuridad, y cada vez que veo una luz brillante, siento que voy a ser abducido de nuevo. He desarrollado un trastorno de estrés postraumático, TEP, con ataques de pánico y ansiedad que me paralizan en los momentos más inesperados. Los terapeutas han intentado ayudarme, pero es difícil explicar algo que parece tan irreal, tan fuera de lo común.

He intentado contar mi historia, pero nadie me cree. Me dicen que fue solo una pesadilla, que todo está en mi cabeza. Pero yo sé la verdad.

Sé que ellos están ahí fuera, observando, esperando, y sé que algún día volverán por mí. Fin de la grabación.

Todas las imagenes han sido generada con hailuoai.

Gracias por la atención a este relato.

Mi nombre es José Antonio Galán. Es mi deseo que hayas disfrutado esta historia, así como otras que te traeré en próximos capítulos.

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Galán Vázquez
Galán Vázquez

Written by Galán Vázquez

Painter, Graphic Designer, Seville & Barcelona Spain, Member of the Center for Interplanetary Studies of Barcelona. Research Correspondent at UFO-SVERIGE

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